#DTIActualidad Celebramos el Día de la Protección de Datos ante nuevos retos que cambian constantemente y, especialmente, ante una sociedad marcada por el consumo y utilización de dispositivos inteligentes. Así mismo, la configuración y aplicación de las denominadas Smart cities, la utilización masiva de datos para la finalidad de parametrizar la información -Big Data-, los dispositivos ponible, hacen que Europa se encuentre ante uno de los retos más importantes en cuanto a ponderar el derecho fundamental del individuo frente a la neutralidad tecnológica emergente y, por supuesto, ya disponible.

Por ello, la Unión Europea debería afrontar dicho reto, impulsando la nueva regulación en materia de protección de datos personales, la cual desde hace más de tres años se encuentra “enredada.” A fecha presente, solamente, desde la aprobación de la propuesta para la reforma en materia de protección de datos personales, por parte del Pleno Parlamento Europeo en marzo del 2014, el reto se ha iniciado, encontrándose el mismo en los Estados de la Unión Europea para intentar llegar a un acuerdo que culmine con dicho reto.
En el día en que se conmemora el día de la protección de datos personales, se ha efetuado una Declaración conjunta del Vicepresidente Andrus Ansip, y el Comisario Věra Jourová en el que se hace mención a lo comentado.
«Hoy se cumple el noveno Día Europeo de Protección de Datos. Es un día para celebrar y dar a conocer la importancia de la protección de datos personales, un derecho fundamental para todos en la UE.

En este día, los ciudadanos y las empresas están a la espera para la modernización de las normas de protección de datos para ponerse al día con la era digital. Las nuevas tecnologías están surgiendo rápido y tienen un enorme potencial para nuestra sociedad y economía. Este potencial sólo puede realizarse plenamente si la gente puede confiar en la forma en que se utiliza su información personal»

Se trata de asegurar la confianza del ciudadano europeo en un mercado digital único mediante medidas orientadas a reducir la burocracia, aunar jurisdicciones con la finalidad de potenciar, tanto a empresas como ciudadanos, la aplicación unificada en la normativa de protección de datos personales, disminuir determinadas obligaciones en materia de protección de datos personales para las PYMES, ejercitar el derecho al olvido ponderando los ejercicios de cancelación y oposición frente al de información, permitir el intercambio de información entre las distintas autoridades judiciales penales, establecer mecanismos y medidas para la comunicación de ciber-ataques o robos de información personal, aunar esfuerzos entre los organismos europeos de supervisión y control de protección de datos personales, configura las figuras de los DPO´s y eximir de dicha figura a las PYMES cuando cumplan determinados requisitos.
La principal misión es beneficiar a los responsables o entidades que tratan información de las personas de atenerse a una única regulación aplicable a toda la Unión Europea, dado que una sociedad digital globalizada, no es lógico que las empresas deban cumplir con 28 normativas diferentes y aplicarlas, en virtud del tratamiento, pudiendo disponer a través de un único intermediario las obligaciones y requisitos que la nueva regulación pretende. Por otra parte, asegurar al ciudadano que sus derechos no son vulnerados, ni restringidos ante la utilización masiva de su información personal y, para ello, efectuar o exigir una estrecha colaboración con todos los desarrolladores de software -dispositivos, aplicaciones- para que, en la medida de lo posible, la seguridad de la intimidad basada en la protección de datos sea parte preferente en dicho desarrollo.
Ante este reto, es necesario una celeridad por parte de los estados miembros de la Unión Europea, al menos, para ofrecer a la opinión pública y, especialmente, a los individuos que se están efectuando esfuerzos visibles para asegurar y dotar de confianza a aquellos y, no tener, la percepción de perder su control respecto a su información personal y familiar ante los nuevos avances tecnológicos, creyendo, desafortunadamente, que la ciencia-ficción se hace realidad, en el sentido que las máquinas eliminarán, bajo la creencia de un beneficio irreal, uno de los derechos fundamentales más importantes en la sociedad en la que vivimos y a la que nos dirigimos sin poder evitarlo.
Como reto, no sencillo, intentemos, al menos, leer qué información personal recaban los dispositivos y las aplicaciones que instalamos en nuestros sistemas inteligentes. Traslademos a los menores que la intimidad es única y propia: nosotros decidimos con quién y de qué forma compartirla, teniendo en cuenta que, sí, la tecnología es necesaria y beneficiosa, pero estar en o con ella, no significa perder nuestra intimidad, honor y privacidad.